El Ropero Comunitario “Sol y Mar” funciona en el barrio Roca desde hace muchísimos años. Su misión es brindar asistencia a las familias carenciadas de nuestra localidad obsequiando ropa, calzado y demás.
Quien lleva adelante este lugar es la ciudadana Beatriz Menna, quien contó en “Multimedio Pringles” que están atravesando por una situación muy particular, ya que tienen que pedir agua a los vecinos. Pasó que se estaba realizando la instalación de la cañería de agua y faltó la terminación.
“Desde octubre nos pasa. Vinieron a arreglar, dejaron bien al principio, pero como dejaron la llave de paso afuera, los chicos del vecindario me la abren y cuando quise acordar, por una pérdida que existe adentro, cuando vine al ropero, estaba inundado”, se quejó.
Menna comentó que cuando le arreglaron el primer inconveniente “me dijeron que al otro día venía el albañil para arreglar todo. Tengo el cemento y la plata para comprar la arena, para que vengan a rellenar todo eso, pero me dijeron que esto entraba por Obras Públicas. Tengo los materiales para que se arregle, no estoy pidiendo nada”, reconoció.
Lo que despertó el enojo en la responsable del ropero fue lo ocurrido hace unos días. “El martes cuando llegué y me encontré inundada la parte del depósito donde tengo ropa de invierno, me asusté. Estuve más de una hora sacando agua. Me puse mal porque la gente se esmera mucho para ayudarnos para que otro tenga y nosotros con poco podíamos solucionar el problema. No estoy pidiendo nada de otro mundo”, indicó y mencionó que fue en varias ocasiones a Obras Públicas a reclamar.
“No tengo agua porque tengo que cerrar la llave de paso, atravesar la canilla para que los chicos no me la abran porque hay pérdida en el interior”, explicó
En cuanto a cómo soluciona este inconveniente momentáneamente sostuvo: “Los vecinos me alcanzan agua, pero no es el caso. La solución está, lo único que falta es que venga el plomero y el albañil, que me dijeron que vienen de Obras Públicas”, mencionó.
Acerca de la pérdida indicó que se hizo un arreglo previo, pero después empezó a perder un caño que está al lado de una canilla “de ahí sale el agua que hace todo el chiquero. Dios quiera que me escuchen porque uno se cansa, ya estoy grande. Ojalá que Dios le toque el corazón a los que tienen que venir a arreglar esto. Siempre digo que en una casa o en una empresa, tenés que tener luz, agua y gas. Son tres cosas muy importantes”, enfatizó.
Para cerrar, Menna dijo que este es el único inconveniente que les preocupa porque después “estamos trabajando muy bien, contentos porque estamos haciendo el trabajo que Dios quiere que hagamos”, subrayó.