La provincia de Buenos Aires delinea un plan para evitar un posible colapso del sistema de salud en el conurbano, la región del territorio bonaerense más afectada por la pandemia de coronavirus.
Se trata de un dispositivo que contemplará el traslado de pacientes graves entre municipios cercanos con el objetivo de descomprimir distritos que tengan una alta demanda de camas de terapia intensiva.
La medida fue confirmada a TN.com.ar por Enio García, jefe de asesores del Ministerio de Salud de la Provincia y otras fuentes oficiales que explicaron que la iniciativa se pondrá en marcha cuando un municipio tenga más del 80% de sus unidades de cuidados intensivos (UTI) ocupadas.
"Las derivaciones se piensan para municipios cercanos, no tiene mucho sentido llevar a una persona desde el conurbano hasta el interior de la provincia de Buenos Aires. Hay complejidades en el traslado de pacientes graves que debemos tener en cuenta", explicó el funcionario en diálogo con este medio.
En la Provincia descartan, por el momento, que el gobierno de Axel Kicillof piense en utilizar camas de terapia intensiva de municipios del interior bonaerense como Tandil o Bahía Blanca. Por lo bajo, varios intendentes mostraron su descontento ante la posibilidad de recibir pacientes infectados con COVID-19.
"Si en algún momento encontramos la manera de hacer traslados tan extensos sin poner en riesgo al paciente lo vamos a hacer, pero no es la prioridad", insistió García.
Cuando el Ministerio de Salud bonaerense dispone el traslado de un paciente con COVID-19 de un municipio a otro, se le paga al distrito que recibe a la persona la cifra de $2000 por cada día de atención en centros extrahospitalarios montados para combatir la pandemia. El dinero forma parte de un convenio firmado a principios de junio entre la Provincia y los jefes comunales.
Esta iniciativa se aplicará ahora para todos los pacientes graves que sean trasladados de un municipio a otro. Se abonará el mismo monto por cada día de ocupación de las camas de terapia intensiva.
El decreto 495/2020 no establece la obligatoriedad de recibir infectados, es decir que los intendentes pueden negarse a prestar sus camas de terapia intensiva. De hecho en las últimas horas el jefe comunal de Tandil Miguel Lunghi dijo que la Provincia le consultó por las UTI de su municipio y expresó dudas respecto a la posibilidad de atender pacientes de otros distritos.
"Soy un ser humano pero tengo que cuidar a los tandilenses y si tengo COVID-19 tengo que estudiar la curva de ascenso para considerar las camas disponibles para potenciales pacientes locales", señaló en diálogo con El Eco. A su vez, no ocultó su preocupación por las 45 personas que, según dijo, ocupan cada año las UTI de su localidad, entre los meses de junio y agosto debido a otras afecciones.
El miércoles pasado TN.com.ar reveló que el 45,29 por ciento de las camas de terapia intensiva de la provincia de Buenos Aires estaban ocupadas. Por estos días la utilización de estas unidades en el AMBA -sin contar la Ciudad- trepó al 52,20%, según el último reporte del Ministerio de Salud bonaerense. Hay 3757 unidades, de las que 1961 no están disponibles.
El escenario es particularmente complejo en ciertos municipios: en Morón, Ituzaingó y La Matanza, entre otros, la ocupación de camas de terapia intensiva, siempre según las cifras oficiales, supera el 60%. Fuente: TN