No son de las noticias que se esperan dar y más cuando se trata del deporte, pero el partido más difícil que le tocó jugar a quien fuera hasta los últimos meses entrenador jefe de las divisionales de básquetbol del Club Leandro N. Alem, nos dejó para siempre tras luchar contra una cruel enfermedad. Marcelo Agrazar sin dudas dejó un sello imborrable en el deporte de los cestos. Por sus manos pasaron jugadores de los clubes Almaceneros y Alem en nuestra ciudad, más allá que en sus comienzos también lo hizo en el Club Rivadavia de Necochea. En Pringles y en la década del ’90 comenzó a trabajar en Almaceneros donde logro conformar y reflotar la escuelita azucarera por esos tiempos. Disputó con ella los torneos regionales de Punta Alta para luego sumarse a la Liga de Tres Arroyos. Luego vino su paso para el Club Leandro N. Alem, entidad donde hasta su último aliento lo tuvo entrenando desde las formativas hasta primera división. Apasionado de su deporte y hacedor de emprendimientos deportivos de relevancia, Marcelo fue no solo el creador de los torneos comerciales de verano en Almaceneros y Alem, sino también el hacedor de la Maxi Liga, donde tuvieron la oportunidad varios ex basquetbolistas de la ciudad e volver a pisar una cancha y disfrutar del Juego. En 2018 y por iniciativa propia crea la Liga Regional Formativa con Clubes de Coronel Dorrego, Carhué y Pigüé, evento que tuvo hasta el día de hoy a los chicos del celeste en competencia. Hoy la vida de Marcelo se apagó, el básquetbol local sufre un gran golpe. Alumnos, padres y dirigentes; más los amigos de la vida despidieron ayer al entrenador celeste dándole su último adiós.