Es una profesión que te trae muchas satisfacciones
PERFILES
Lo expresó Silvia Funes, Fonoaudióloga de nuestra localidad que además es miembro del Colegio de Fonoaudiólogos de la provincia de Buenos Aires, y Presidenta del Tribunal de Ética y Disciplina. La referente brindó detalles de cómo están trabajando los profesionales de este ámbito en esta cuarentena, habló de las dificultades a las cuales se enfrentan y destacó la importancia de que Pringles cuente con más profesionales en esta materia.
El 12 de mayo se conmemoró el Día del Fonoaudiólogo que se celebra en conmemoración al aniversario de la creación en el año 1948, de la primera entidad científica Fonoaudiológica de la Argentina.
El día de la fonoaudiología en Argentina es resultado de una gestión de la Asociación de Profesionales Fonoaudiólogos de la Argentina (Apfa), a través de un decreto presidencial del año 1973.
Un fonoaudiólogo es el profesional del área de la salud, encargado de los procesos de prevención, promoción, intervención y rehabilitación en el área foniátrica, audiológica y del lenguaje.
El fonoaudiólogo es el profesional especialista, encargado del estudio de la comunicación humana, tratando de prevenir patologías de las áreas voz, audición y del lenguaje, en todas las etapas del desarrollo del individuo.
Cuando detecta patologías de dichas áreas aplica métodos de rehabilitación o elección de prótesis para devolver al individuo su capacidad comunicativa dentro de los límites de la ciencia
Nuestra ciudad cuenta con un grupo de fonoaudiólogos que trabajan en diferentes ámbitos. En Perfiles de este domingo, la Fonoaudióloga Silvia Funes, nos brinda detalles de esta profesión, habla de la forma en la que están trabajando en esta cuarentena y destaca la importancia del rol que cumplen quienes ejercen esta profesión tan loable.
Vale destacar que Silvia es miembro del Colegio de Fonoaudiólogos de la provincia de Buenos Aires, y en este momento es Presidenta del Tribunal de Ética y Disciplina.
¿De qué manera están trabajando con los pacientes en esta cuarentena?
A partir de esa resolución, nosotros tuvimos que cerrar los consultorios en la parte privada y comenzar a pensar cómo podíamos continuar el trabajo con nuestros pacientes. Todo lo que es atención del lenguaje, tanto en niños como en adultos, se intenta que sea por telemedicina, estamos usando videollamadas con el teléfono, usando las plataformas como zoom, con algunos pacientes nos va bien, pero con otros nenes no es lo mismo. Nosotros trabajamos cara a cara, es diferente, pero lo importante es poder continuar para no ir para atrás con el tratamiento.
El Colegio de Fonoaudiólogos de la provincia realizó varias acciones como trabajar con la Superintendencia de Salud para que las obras sociales nos aceptaran, al principio no fue aceptado, y ahora de a poquito se van aceptando, reconocen estas atenciones y las van a pagar como tal.
En el caso de audiología hay que hacer pruebas. Está la parte de prevención para los recién nacidos, esos estudios no se pueden dejar de realizar porque son preventivos y se tienen que efectuar en los primeros meses de vida del bebé, así que tomando todos los recaudos intentamos dar una respuesta. Hay un protocolo, donde por supuesto, en la sala de espera no puede haber más de un paciente, en esas atenciones se respeta muchísimo el tiempo de entrada de uno y de otros, se ventila, se vuelve a desinfectar el aparato que se utiliza, estamos usando los protectores faciales transparentes (acrílicos).
¿Los pacientes están asistiendo al consultorio o la consulta se realiza por videollamada?
Con los pacientes en tratamiento del lenguaje y la voz, se hace todo por telellamada y con las mutuales que lo aceptan. El problema que se nos presenta es que hay pacientes que no les agrada o no se sienten cómodos o pacientes con problemas en la motricidad y a los pacientes a domicilio tampoco los podes abandonar. Es muy complicado. Desde el Colegio de Fonoaudiología se mandó a todos los municipios una nota presentando los protocolos de cuidado para que se vayan autorizando en los distintos distritos, la atención en consultorio. Cada municipio va contestando y recién están aceptando algunos, por ejemplo Mar del Plata.
En cuanto a los pacientes, ¿Te dedicas a la atención de un sector en especial?
Esta es una profesión hermosa que nos permite trabajar con todo tipo de pacientes, desde niños hasta adultos, y cada uno (profesional), de acuerdo a lo que más le agrade, puede seleccionar en que área trabajar. Cuando las fonoaudiólogas llegamos a un lugar donde no tenemos gran cantidad de profesionales, en general hacemos la atención de todos los problemas que se presenten.
Algunos se pueden dedicar específicamente a la audición, por ejemplo donde es muy importante el estudio que se realiza en los primeros meses de vida del bebé, y que nos va a dar la posibilidad de prevenir problemas auditivos, se tiene que hacer por ley, lo más tempranamente posible. Acá contamos con un equipo en el Hospital Municipal, a cargo de la fonoaudióloga Claudia Nabarlats y en el caso del privado, cuento con un equipo desde el 2007, cual el cual hacemos otoemisiones acústicas y realmente es maravilloso, porque con esto vos te aseguras que la vía auditiva del niño esté sana. Y si no fuera así, hay un montón de propuestas que se pueden hacer para evitar que tenga un problema mayor.
Dentro de la audición están los estudios audiológicos, donde trabajo más con adultos mayores y también la parte de selección y colocación de audífonos.
Con respecto a la voz, acá en Pringles se trabaja mucho con la parte de prevención, con docentes y profesionales de la voz y lenguaje trabajamos con niños, que es muy importante en las primeras edades, para poder realmente estimular una comunicación que luego desarrolle un lenguaje expresivo y comprensivo, que permita expresar lo que sienten, a medida que vayan creciendo poder resolver los conflictos, aprender, pensar, etc.
¿Qué te ha dejado esta profesión?
Desde 1983 que soy fonoaudióloga y estoy en Pringles, he teniendo la posibilidad de desempeñarme tanto en áreas públicas como privadas. Y aprendí un montón trabajando muchos años en educación especial, no quiero dejar de nombrar a mis colegas que se encuentran trabajando, las Licenciadas Érika Grondona y Evangelina Martin, también trabajamos en el nivel inicial, María José Huarte, y Evangelina en el Jardín de Infantes 901 trabajó yo. Otras fonoaudiólogas que se jubilaron y fueron muy importantes en nuestro distrito, son Susana Gelso y Susana Martín.
Si bien es una carrera nueva es maravilloso ver que la vayan descubriendo y quieran hacerla, es muy necesario y en realidad faltan en casi todos los pueblos los fonoaudiólogos. No están trabajando en Pringles, pero son de nuestra ciudad y se han recibido de fonoaudiólogas; Josefina de Vega, Ailen Alagastino, Camila Cerri, y tengo el placer muy grande de que en febrero de este año se recibió mi hija, Daniela Paladino. Esperamos que en algún momento todas estas jóvenes vengan a desempeñarse en nuestro distrito, porque hay mucho trabajo y seguramente estarán bien formadas para poder llevar adelante la función.
Los fonoaudiólogos primero hacemos lo preventivo, luego acompañamos y estamos para trabajar también con las necesidades que vayan surgiendo, por ejemplo nos ha tocado trabajar con accidentes cerebrovasculares o parálisis cerebral, pero realmente en mi caso siempre digo que es una profesión que me trae muchas satisfacciones.
-¿Qué es lo que más te gusta de esta profesión?
Lo que a mí me gusta es dar una respuesta ante la necesidad de un paciente. Si un paciente necesita que lo acompañemos en su desarrollo de la comunicación o del lenguaje, lo estamos acompañando a él y a su familia. Logramos pequeñas cosas que nos hacen sentir felices en relación a que alguien pueda comunicarse. Y en el caso de que trabajemos con pacientes con discapacidad auditiva, uno siempre aprende de ellos, es maravilloso. Te permite desarrollar tu profesión y cuando uno tiene la suerte de hacer algo que eligió y que le gusta, no es una carga, realmente es un placer.
Siempre me dediqué mucho en la parte de educación, trabajé en todos los niveles. En mi caso se me dio la oportunidad de ser Directora de la Unidad Académica, fue algo extra y que llegué a partir de las horas que tengo como Profesora en el Instituto, porque no se me había cruzado nunca por la cabeza y cuando se dio la posibilidad, me puse a estudiar, aprendí y aprendo todos los días una cosa distinta.
Ejercer esta profesión es devolver un poco al pueblo lo que el pueblo me dio. Estoy muy feliz de haber nacido en esta ciudad, de la experiencia de haberme formado acá, y por la posibilidad que tuve gracias a mis padres que hicieron el sacrificio para que pudiera ir a estudiar una carrera como fonoaudiología, que en ese momento no era casi conocida. Cuando llegué a Pringles ya tenía trabajo. Hacia 15 años que no había fonoaudiólogo en las escuelas de educación especial cuando llegué, aprendí al lado de Zulema Tejerina, Mirta Franchello, Mónica de Vega, Laura Lafalle, Carlitos María, González del Prado, un montón de colegas y compañeros con los cuales aprendí muchísimo trabajando con ellos.
Nuestra profesión es muy necesaria porque tenemos que aprender a comunicarnos. En este momento de pandemia nos comunicamos de otra manera, pero necesitamos seguir comunicándonos.