Como cada año, el pasado 21 de junio, se celebró el Día del apicultor. A lo largo de los años la Argentina se consolidó como un país competitivo en el mercado internacional de la miel. Un sector productivo que fortalece el desarrollo territorial y los procesos asociativos de agregado de valor.

La apicultura permite obtener de las abejas no sólo miel, sino también otros productos como cera, polen, propóleos y jalea real y la Argentina, es el tercer productor de miel del mundo, después de China y Turquía. El INTA estima que el 94%  de la producción nacional circula en el mercado externo, exigente en cuanto a calidad y fluctuante en cuánto a los precios.

Nuestra localidad cuenta con muchos pringlenses que se dedican a esta interesante actividad. Uno de ellos es Mauricio Bertani, quien siguiendo los pasos de su padre, se inició en este rubro siendo joven y sigue trabajando en esta producción hasta el día de la fecha. En Perfiles de este domingo quien integra la Cooperativa Apícola Pillahuinco, nos cuenta cómo se encuentra la actividad en estos momentos, cómo se ha visto afectada por la cuarentena, se refirió a los rindes y dejó en claro que dedicarse a la apicultura no es para cualquiera, ya que requiere de disciplina, paciencia y de entender que los rindes siempre van a depender de los factores climáticos. 

-Cuando tenía 12 o 13 años, con mi hermano ayudábamos a mi papá a hacer algunos trabajos en el galpón, algunas veces lo acompañábamos  al campo, eso fue durante varios años, fue a la par de la secundaria, pero fue una cuestión más que nada de ayuda, no nos dedicábamos particularmente a la actividad, mi papa sí.

Con el correr del tiempo, me fui a estudiar a La Plata, a los 23 o 24 años cuando volví lo tomé como una actividad complementaria, y hasta el día de hoy la tengo como tal, ya que siempre la he complementado con otro trabajo. 

-El número que manejo son unas 160/180 colmenas por año. Siempre lo tomé como una actividad complementaria, y ese número me permitía complementarlo con otro trabajo.  Tener más cantidad implicaría más tiempo que yo no lo podía demandar. La idea es ir creciendo en cantidad de número, y en algún momento poder vivir exclusivamente de la actividad, pero para eso necesitas un número mucho mayor de colmenas, para tenerlo como una actividad primaria. 

-En Pringles aproximadamente hay entre 35 a 40 productores apícolas, y alrededor de 10 a 12 mil colmenas en el partido, obviamente  el distrito después toma colmenas de productores de otras localidades.  En Pringles el 98 % de los productores lo tienen como una actividad complementaria, debe haber muy pocos que lo tienen como actividad primaria, como su único sustento de vida.

-Es una actividad en la cual demanda como cualquier producción, una inversión inicial, pero es de fácil recupero. En ninguna inversión recuperas al poco tiempo, demanda un tiempo, en esto el tiempo es mucho más corto, después el costo de mantenimiento se va viendo con el correr del tiempo, con las cosechas que uno va teniendo. Si la producción es buena, los rindes son buenos, uno puede sacar buenas ganancias.  Coronel Pringles particularmente, es una zona donde en los últimos años no han sido buenos los rindes. Obviamente, las condiciones climáticas son el factor fundamental,  acompañada que generalmente es una zona donde la agricultura ha avanzado muchísimo,  como la siembra directa, la soja, que hace que tampoco haya tanta cantidad de floración, entonces uno tiene que ir buscando dónde poner colmenas. Pero básicamente después el mantenimiento no demanda mucho tiempo, tenés trabajo a partir de septiembre u agosto, cada 15  días  hasta los meses de febrero o marzo,  los meses de verano son de cosecha,  y el resto del año, cuando arranca el otoño y el invierno,  son meses para trabajar dentro del galpón, acomodar materiales, no se requiere ir a las colmenas. Esta es una actividad que no requiere mucha inversión, tampoco mucho mantenimiento y que da sus buenos frutos,  por lo cual hace la actividad  linda, que es muy importante para  las personas que lo quieran usar como una actividad complementaria a sus trabajos,  porque lo puede ir haciendo en su tiempo libre. 

-Generalmente se habla de la apicultura como una actividad que se hace por hobby. En mi caso lo tomo como un trabajo y busco lo económico. La actividad tiene que cuando uno va a las colmenas, se dispersa,  se pierde la noción del tiempo, está tranquilo, no está la presión de ningún jefe, eso está bueno. Es como todo, necesitas tener una cierta conducta, disciplina, no es que tenés las colmenas y las dejas que produzcan solas, sino que uno tiene que atenderlas, planificar, alimentarlas, curarlas, preparar el material para seguir creciendo en cantidad de colmenas. En general toda la actividad es linda, porque no tiene horarios, pero siempre hay que tener disciplina en las necesidades básicas que necesita una colmena hay que   cumplirlas. Lo más lindo que tiene es que cada uno maneja los tiempos que quiere  y lo hace libre. 

-Dentro de la actividad está la apicultura trashumante donde lo que se hace es llevar las colmenas hacia donde hay floración, por ejemplo en el norte del país están los cítricos,  entonces muchos productores se van hacia esa parte llevando colmenas, también está la la parte del valle. Es una actividad que tiene muchos productores que se dedican a la trashumancia. 

Hay lugares que son muy buenos, pero tocó un año que llueve mucho, entonces también es malo, encontrar el equilibro justo es difícil, pero la trashumancia en Pringles es poca. La gente de Tres Arroyos y  Coronel Suárez son lugares donde hay muchos productores y se la pasan yendo de un lugar a otro. La trashumancia no solo acompaña la floración sino la polinización de los frutales, es variable, pero tenés que tener las herramientas justas, un buen vehículo, mano de obra, necesitas tener otras personas que te acompañen. 

-No, con la cuarentena la actividad tal vez se  benefició más, porque al estar encerrado tenes más tiempo para armar material, es lo que se hace en el invierno, acondicionar lo que se tiene, y como la actividad  productiva, no tuvo una limitación, sí teníamos que salir a alimentarlas, se podía circular libremente, eso no afectó en nada. Con el correr del tiempo si la cuarentena se sigue  extendiendo, acá en Pringles no pasa nada, pero hay productores que necesitan viajar a otras provincias como Rio Negro, La Pampa , Córdoba, y cada provincia tiene sus condiciones y son rigurosas con los permisos, y se pueden generar algunos inconvenientes.

-Este año, la temporada que pasó, se acondicionó lo mejor que se pudo para poder brindar el servicio y hacer la extracción, operativamente está, obviamente con los daños que se tuvieron.  Hemos armado un plan de trabajo, de obra,  en donde planteamos las mejoras en etapas, en años, para ir acondicionándola, fueron pérdidas más que  nada materiales del edificio, que van a demandar dinero y eso lleva a que nos  hagamos cargo, pero por etapas. 

La primera etapa la idea es trabajar sobre la zona limpia que le llamamos, donde se hace la acción en sí, donde están las máquinas,  acondicionarla en un 100%, y después ir avanzando sobre las demás dependencias. 

Lo importante  es que pudimos acondicionarla, hicimos la limpieza general,  pusimos operativas las maquinas, y este año seguirá de la misma manera. 

-Estamos trabajando 5 o 6 productores, todos de Pringles. La idea es reactivar la sala de extracción de miel, que esté al 100 %. Esperemos que la cantidad de productores que estamos formando parte de la cooperativa, siga creciendo para tener un número bastante importante de productores, para estar unidos, poder generar buenos precios en la actividad, conseguir buenas comprar en los insumos, que generalmente en forma individual se hace más difícil. A los productores pequeños se les complica tener que salir a comprar algún material, tambores, ceras y al estar agrupados, eso es mucho más fácil, pero en Pringles cuesta bastante esa unión. 

-Sí, en la comercialización, el 95 % de lo que se produce se vende a exportadores, para que sea exportada la miel, y pasa no solo en Pringles sino en el país, el consumo interno de la miel es muy bajo. Tal vez en estos últimos años ha habido más injerencia en el consumo por los beneficios, porque es algo natural. Los productores destinan algo de su producción para venderlo a sus vecinos y eso está bueno, lo hace importante, sumás un poco más a la venta, pero no da para que toda tu producción salga a nivel local o en góndola.  

Lo importante es que el consumo ha ido creciendo, en mi caso en los últimos dos años he consumido más miel que en todos los años de mi vida, empecé a suplantar la miel por el azúcar, me quedó el hábito, y a mucha gente le pasa igual. 

-Depende lo que uno quiera invertir. Es costoso, comprar el material, hacerse de las colmenas. Para la persona que va a iniciarse, recomiendo arrancar con pocas colmenas, para agarrarle la mano a la actividad, más que nada a la abeja, con tiempo vas a ir aprendiendo, y si gusta, después ir teniendo más colmenas. 

Hoy, aproximadamente entre materiales, alambres, clavos, comprar un núcleo, estamos hablando de 4 a 5 mil pesos, para formar una colmena, y ahí sacar la cuenta para la cantidad que uno quiere invertir. Recuperar la inversión va a costar uno o dos años, mínimo, uno tiene que estár preparado para invertir, después el mantenimiento no demanda mucho. Hay que  tener vehículo para viajar al campo, hay que alimentarlas, curarlas, tener un plan sanitario, armar un plan de trabajo. 

Como complementaria es una actividad muy buena, porque  se puede hacer en los momentos que uno tiene libre. Después uno va creciendo y  va teniendo el número de colmenas que puede. 

-En el año 2009 me tocó hacer un censo cuando trabajaba en el municipio y había 70 productores apícolas y 15.500 colmenas. Hoy 11 años después, ese número de productores ha descendido al 50 %, así que debe haber entre 35 a 40. A la par, el número de colmenas ha bajado, pero no tanto. En cuanto a los rindes hoy son de 30 kg, cuando 30 años atrás llegaban a 80 kg. Hay que tener en cuenta todos los factores, no es matemático. Tenés años buenos, muy buenos, regulares y malos, es muy inestable la producción y depende de las condiciones climáticas, que es algo que no pueden manejar los productores.  Hay muchos apicultores que se han cansado y han dejado la actividad, y otros la siguen manteniendo porque la producción que sacan les sirve para mantener los gastos que han tenido.