No te vas a hacer rico haciendo churros, pero te da para vivir, sobre todo en éstos tiempos
TRABAJOS EN CUARENTENA
Así lo expresó Maria del Carmen Saur, una trabajadora gastronómica de nuestra ciudad, quien se refirió a cómo se encuentra funcionando esta actividad durante la cuarentena, con la entrega de pedidos a través de la modalidad de delivery. A su vez, hay que destacar el gesto de esta trabajadora que en varias ocasiones, envía churros al personal que se encuentra trabajando en el retén de ingreso a la ciudad como así también a otros trabajadores y regala los churros que no puede vender, a familias que lo necesitan.
Maria del Carmen Saur, es gastronómica y trabaja en su hogar elaborando diferentes productos bajo todas las condiciones de seguridad, higiene y prevención que se requiere durante esta cuarentena por COVID-19. En su caso, se encuentra trabajando bajo la modalidad del sistema de delivery y le está yendo bien con la producción que realiza en tiempos complicados económicamente, como los que estamos atravesando. Es por ello, que «El Diario de Pringles» dialogó con ella para saber cómo es su modalidad de trabajo y cómo lleva adelante esta actividad. "Hace más de 35 años que me dedico a la gastronomía, realicé en su momento varios cursos con una duración de 3 a 4 años, estoy matriculada como profesora para dictar clases y no pude hacer el curso de chef porque tenía que viajar y tenía a mis hijos que eran muy pequeños, pero todo lo que aprendí, lo pude aplicar para generar una fuente laborar y es así que desde hace años que me dedico a la repostería y a elaborar tortas para cumpleaños, casamientos e incluso mesas dulces y desde hace unos 3 años estoy con un emprendimiento denominado "La Churrería Coronel Pringles", la cual ha tenido bastante aceptación. Trabajo en mi casa, donde tengo todo montado para la elaboración con todo lo que exige la ley y cumpliendo sobre todo en esta cuarentena, con todas las medidas de prevención y protocolos que solicitan desde el Municipio. Mis clientes ya saben y conocen cómo trabajo, por eso me depositan su confianza y en su momento invertí en algunas máquinas que me ayudaran en la producción para industrializar un poco la actividad y que eso me permitiera poder elaborar una mayor cantidad de productos. Tengo una churrera de tres bocas, una amasadora que es de gran ayuda, ya que por ejemplo, el pasado fin de semana largo, utilice como 45 kilos de harina y sin esa máquina, me hubiera sido imposible hacer tantos churros", explicó.
Es así que le consultamos a esta trabajadora gastronómica de nuestra ciudad, cómo le ha ido con las ventas desde que comenzó la cuarentena, y cómo se maneja con el sistema por delivery, a lo que indicó. "Cuando empezó la pandemia, dejé de trabajar, siguiendo las disposiciones del Municipio y después cuando nos permitieron hacerlo a través del sistema de delivery, comencé a elaborar nuevamente y utilizando un servicio de cadetería, envío los pedidos a domicilio. Igualmente en mi casa cuento con un jardín en el frente, así que por ahí hay quienes vienen a buscar sus pedidos y se los entregamos, ya que no hay acumulación de personas y se está al aire libre. Al comienzo fue duro porque no se podía trabajar y si bien yo no necesitaba hacerlo, lo cierto es que mis hijos se vieron afectados por la cuarentena y se quedaron sin trabajo, así que cuando pude, volví a trabajar, sobre todo para poder darles una mano a ellos y a mis nietos, así que ni lo dudé y comenzamos nuevamente con la elaboración de churros y por suerte siempre se vende bien. Yo preparo todo para los fines de semana, pero comienzo desde los miércoles para realizar la venta los días jueves, viernes, sábado y domingo y por suerte siempre vendo todo, por más que hago por pedidos, pero siempre van surgiendo personas que llaman para pedirme y trato de tener un stock. A mí me llevó un año de prueba y error ajustar mi receta para la elaboración de los churros, hasta que encontré los ingredientes justos y pese a que me llevó tiempo, sabía que tenía que seguir intentando hasta poder hacerlos como yo quería. Me manejo por pedidos y la gente mayormente me contacta a través de la página en Facebook de "La Churrería Coronel Pringles" y sino a través de la propaganda que me van haciendo mis clientes", comentó.
Pero la tarea de Maria del Carmen, no es fácil y también requiere de sacrificio, ya que hay que madrugar y trabajar mientras la mayoría duerme, para que la producción esté lista para las 8 de la mañana. "Hay días que me levanto a las 4 de la mañana cuando hay que entregar muchos pedidos y es algo que me gusta hacer y, si hay trabajo, no lo desaprovecho, entonces si me tengo que levantar temprano para trabajar, ni dudo en hacerlo y para las 8 de la mañana ya cuento con una importante parte de la producción para ir sacando. No te vas a hacer rico haciendo churros, pero ésto te da para vivir dignamente, sobre todo en momentos como éstos, donde todo es incertidumbre. En mi caso, trabajo sola, tengo una señora que me ayuda en lo que tienen que ver con la limpieza de la cocina y el lugar donde trabajo", señaló.
Para finalizar, tenemos que destacar la actitud de esta trabajadora pringlense que en más de una ocasión les ha enviado churros calentitos al personal de Guardia Urbana que se encuentra trabajando en el retén, como así también a otros trabajadores durante esta cuarentena y cuando le quedan churros sin vender, se los da a familias necesitadas.