Convencido que los reconocimientos, homenajes o tributos a las personas que se han destacado, ya sea por sus dotes personales o por su desempeño laboral a lo largo de su vida, y que hoy gozan de salud y de su merecida jubilación, hay que hacerlos en vida, en  este caso  quiero hacer mención a Omar Abasolo. Por mucho tiempo fue empleado de Sedería Selal, para luego pasar a la Municipalidad  de Coronel Pringles, al área de Cultura, puesto ideal para una persona ideal, muy difícil de reemplazar, por sus condiciones naturales de protocolo de ceremonias, ya sea en un aniversario patrio, en la llegada de algún funcionario, o en algún acto que tuviera que ver con sus respectivas presentaciones. Omar lo resolvía con maestría. Es así que en el día de ayer  y a través de una amistad y respeto mutuo de más de 50 años de tratarnos,  me visitó con un obsequio, en este caso  dos libros de automovilismo, algo simple como una visita, dos libros con historias y un gratísimo momento sanador. Las cosas simples de la vida que ayudan a seguir en la lucha,  en mi caso particular a una recuperación total. Gracias Omar, has contribuido en una forma simple,  pero muy efectiva a que siga recuperándome con un acto más de tu calidad de persona, la más simple,  una visita y el pretexto de un regalo para llegar. Gracias, simplemente gracias.

Jorge Obregozo

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