Néstor Félix Domínguez nació el 16 de Marzo 1945 en Bahía Blanca, pero se siente como un pringlense más porque hace muchos años que se encuentra viviendo en nuestra localidad. Desde adolescente ingresó a la Fuerza Aérea y ya han transcurrido 62 años de aquel momento, que iba a marcar una parte importante de su vida, ya que forjó una importante carrera, repleta de logros. Fue piloto privado de avión, piloto de planeador, instructor de vuelo por instrumento y reparador de simuladores de vuelo, entre otros cursos que llevó a cabo a lo largo de su carrera. También desde hace 12 años está a cargo del radioclub local, el cual momentáneamente se encuentra cerrado por la pandemia del COVID-19. Es por ello que en la entrevista de "Perfiles" de "El Diario de Pringles" de este domingo conoceremos la historia de Néstor Domínguez, quien dedicó su vida a la fuerza aérea de nuestro país.
-¿Dónde nació?
Nací en Bahía Blanca y a los poquitos días mis padres se trasladaron a Punta Alta, y toda mi vida estuve ahí. A los 16 años ingresé a la fuerza aérea y realicé toda mi carrera hasta que me retiré.
-¿Cómo se dio su llegada a Coronel Pringles?
En un momento me contratan de Neuquén porque abren una escuela de pilotos comerciales, entonces necesitaban un jefe de estudio. Como yo ya había dado instrucciones en Neuquén, me conocían. Se terminó la promoción y no había cantidad suficiente de alumnos para hacer otro curso, entonces ese año la fuerza aérea no autorizó el mismo, y ahí fue cuando acá en Pringles estaba como jefa de enfermería una prima mía, y me llama por teléfono, y me dice que el Secretario de Salud, quería hablar conmigo. Me vine, estaba Barbieri en ese entonces y me entrevisté con él. La propuesta era para hacerme cargo como jefe de personal del Hospital Municipal. Necesitaba alguien que no sea oriundo de acá para que no tuviera privilegios con el personal. Estaba Scavuzzo como Intendente, y tiempo después, me pidió que me haga cargo de la jefatura de personal de la municipalidad, así que estuve ahí hasta que cambiaron de intendente. El que entró, no me renovó el contrato. Después me citan para ver si me quería hacer cargo del personal del frigorífico, y estuve más de un año, hasta que cerraron. Tiempo después, el intendente firma un contrato con la fuerza aérea para poner en marcha la estación meteorológica, y sabiendo que había un personal de la fuerza aérea viviendo en Pringles, y que estaba habilitado para eso, me convocaron. En mi caso soy observador meteorológico y la estación siguió funcionando hasta que la fuerza aérea puso a todas las estaciones en forma automática y se terminó mi trabajo en este lugar. Y después ya me quedé a vivir porque me gusta mucho esta ciudad.
-¿A qué edad se unió a la fuerza aérea?
Cuando terminé la primaria, mi padre quería que siga el Bachiller y yo no quería. La casa de mis padres en Punta Alta, estaba en línea recta al antiguo aeródromo de la base naval Puerto Belgrano. Tenía 10 años, me subía a la parra del techo, para ver los hidroaviones que pasaban volando bajo y que hacían prácticas de tiro con los barcos, ya que era el año 1955, donde el país, no estaba pasando un buen momento. Yo no quería ir a estudiar bachillerato, quería andar en avión. Me inscribí en la escuela de Puerto Belgrano, en la especialidad de aviación, y ahí empecé a trabajar, y eran 3 años de estudio para recibirte de mecánico aeronáutico. En tercer año, salíamos de la escuela como aprendices de operarios, y veo a unos militares con uniforme, que no eran de marina, con papeles en la mano. Eran suboficiales de la fuerza aérea que estaban entregando publicidades para ingresar a la fuerza. En el año 1961, cuando llego a casa lo leí, y ahí fue donde me inscribí a la fuerza aérea, me mandan los pasajes en ferrocarril, para ir a rendir, salí bien y en febrero del año 1962, ingreso y viajo a Córdoba .
-¿Cuánto tiempo demandaba la carrera?
En aquella época eran 4 años para los aspirantes, con la especialidad, mecánico instrumentista de avión. Preguntaron cuál era el promedio más alto y lo tenía yo, entonces la fuerza aérea me ofrece ir a Estados Unidos a hacer durante un año, el curso de instructor de simulador de vuelo, pero firmando un contrato que cuando volviera, tenía que pasarme mi vida en la escuela militar. Y así lo hice. Hice el curso y aparte, aproveché por la tarde el tiempo libre, para hacer el curso de mantenimiento, y de técnico en los simuladores, y hasta el día de hoy, no hay otro en la Argentina. Cuando vuelvo a la Argentina, empiezo a dar clases en la escuela de aviación.
-¿Y después qué pasó?
Pasaron muchos años, y hubo una conferencia de pilotos de Mirage en el Hotel Avenida, y uno que estaba con el grupo, me miraba y yo pensaba lo conozco, y me dice mirá donde nos encontramos instructor. Había sido alumno mío. El 90 % de los pilotos caídos en Malvinas, fueron alumnos míos. Como dábamos también instrucción en vuelo, los años volados se te computan dobles, así que me retiré, no pude llegar a ser oficial mayor. Me retiré bastante joven, volví a Punta Alta, me llaman del Aeroclub de ahí, porque era el único piloto habilitado para poder operar, aterrizar y despegar en aeródromos controlados. Estuve volando para ellos. Cuando llegué al Aeroclub de Bahía Blanca, había un simulador que no andaba, así que lo refaccioné. Seguí volando con el aeroclub, hasta que una mañana, me llaman de Bahía y me dicen que tenía un vuelo a un remate de hacienda en el norte de la provincia, con dos pasajeros.
-¿Ese fue el vuelo en el que sufrió un accidente?
Era un día en el que no había ni una nube. Despego, y vi las líneas de alta tensión, todo bien, entonces pongo la radio para escuchar música, y el pasajero de atrás me grita fuego, tenemos toda la cola prendida fuego, entonces empecé un viraje suave sobre un campo, cuando veo Bahía Blanca, se escucha una explosión y se mete todo el fuego adentro de la cabina, y había un intenso humo negro, no veía nada. Empecé a tantear, compensador, acelerador, saco potencia y siento que empieza a caer, y ahí lo dejé y caímos y el avión se incendió. Ese fue el único accidente que tuve a lo largo de toda mi carrera.
-¿Usted fue piloto de avión privado y de qué más?
Piloto privado de avión, piloto de planeador, instructor de entrenadores de vuelo por instrumento, esos son los cursos que he hecho en la fuerza. Y después además hice el curso de mecánico, que me faltó una materia. Aparte soy observador meteorológico.
-Usted también hace años que lleva adelante el radioclub local, ¿Cuál es la condición actual del mismo?
Tenemos que actualizar la personería jurídica. Los equipos están funcionando, está todo bien, pero con la pandemia, no se puede juntar gente, tampoco podemos dictar los cursos como hacíamos antes, así que tenemos que esperar a que pase todo esto para retomar las actividades. El radioclub debe tener 12 años aproximadamente y en Coronel Pringles hay muchos radioaficionados, así que esperamos pronto poder reencontrarnos.