Ésta es una pregunta frecuente, que suelo escuchar a diario en la consulta.
Es normal que, de vez en cuando, comamos alimentos que habitualmente no consumimos, que nos juntemos con amigos, que salgamos a comer a distintos lugares o simplemente tomemos más bebidas alcohólicas de lo habitual.
Esto está perfecto, lo que no está bien es matarnos de hambre toda la semana, porque sabemos que en algún momento vamos a comer demás.
Este tipo de actos, son los que nos llevan a elegir preparaciones muy restringidas en calorías y cantidades, así como en grupos de alimentos.. por ejemplo, vivir a lechuga y tomate toda la semana...
El primer error que se suele cometer es dejar las harinas esto trae pérdida de agua y masa muscular, y además aumenta el deseo por consumir alimentos que son ricos en hidratos de carbono complejos (pastas, panificados, etc) y cuando llega el momento de consumirlos, no podemos medirnos y perdemos el control...
Otro error frecuente es hacer ayunos prolongados. Con esto hago que el cuerpo entre en "modo reserva energética" y gaste menos calorías de las que debería. El metabolismo se vuelve más lento y trabaja menos, generando menos gasto.
Las dietas detox, no sirven.. Este tipo de dietas son, generalmente, deficientes en nutrientes. Como consecuencia podemos sufrir deshidratación y descompensaciones.
Ahora bien, ¿qué es lo que debemos hacer en estos casos?
"?Organizarnos y retomar la alimentación habitual, nada de dietas restrictivas o ayunos.
"?Retomar la actividad física habitual.
"?Consumir agua en cantidad adecuada.
"?Otra cosa que debemos hacer.. es entender que por comer diferente algún día de la semana no voy a subir de peso.. Y lo mismo pasaría si un solo día consumo ensalada, no voy a bajar de peso.
Como siempre digo, la clave está en encontrar el equilibrio.