ENTREGA DE PRESENTE

El encuentro tuvo como fin entregar, en nombre del Municipio de Coronel Pringles,  un reconocimiento a los mismos por su destaca participación en eventos tradicionalistas representando a Coronel Pringles.  En este sentido Roberto Leoz e Hijos - Tropilla “La Yunta”; Miguel Ojeda – Tropilla "Los Callejeros”; Oscar Althabe – Tropilla “La Revoltosa”; Matías Smit – Tropilla “La Peligrosa”; y los hermanos Rubén y Eduardo Tolosa – Tropilla “La Andariega"; recibieron un diploma y un presente por dejar el nombre de Coronel Pringles bien alto en festivales nacionales de importancia como Jesús María y Diamante. 

Cabe destacar que Coronel Pringles se caracteriza por tener reservados para jineteadas. Todos los tropilleros coincidieron que “El Fogón de los Gauchos”,  es la base de las tropillas pringlenses, ya que cuenta con la tropilla más conocida del país. La tropilla indiorricense, “La Yunta” de Roberto Leoz e Hijos, fue atada por primera vez bajo este nombre, el 13 de noviembre de 1983 por Luis Dell Arciprete y Roberto Leoz, la misma se fue armando a finales de los años 70 para hacer jineteadas en el campo de Luis Leoz. En el 57° Festival de Doma y Folclore de Jesús María obtuvo el 4° puesto.

Roberto nos cuenta “empezamos juntando caballos para una fiesta de la escuelita en el campo y después hicimos la Tropilla “La Yunta” en el año 83 y fue Rubén Tolosa el que la bautizó con ese nombre. Después seguimos trabajando con Dell Arciprete hasta que él faltó y ahora seguimos trabajando con nuestros hijos”, destacó Leoz.

Con respecto a la crianza de los caballos, Roberto indicó que “seleccionamos una yegua, la más corcoveadora, con algún padrillo que siempre nos estamos prestando y para criarlo se tiene que tener mucha paciencia hasta que se doman”.

“Si Dios quiere hay que mantenerse, porque llegar por ahí se llega, después hay que mantenerse. Tenemos alrededor de 150 caballos y para viajar unos 55 – 60 animales porque los atamos cada 15 o 20 días, salimos todos los domingos, pero no siempre con los mismos”, explicó Roberto Leoz con respecto al cuidado de los caballos y agregó que “me encargo yo con mis hijos, algún sobrino y siempre un amigo nos ayuda, pero nada más y siempre seguimos con la política media antigua; un asadito los sábados y poder trabajar con los caballos”.

Roberto destacó principalmente cómo ha ido evolucionando este deporte, lo que derivó en mayores cuidados para los animales, como así también los montadores, que son verdaderos deportistas profesionales.

Para finalizar, Roberto Leoz señaló que su principal satisfacción, después de tantos años, es “haber recorrido tanto, cosechar muchos amigos. Son 40 años, las generaciones van cambiando,  pero la amistad y la confianza siguen siendo la de antes”.